Adonde andábamos metidos para que nos dieran un mini pedazo de chocolate, pucha amor es que no sé cómo me quedé dormida y tan pero tan dormida que desperté a la hora que nos teníamos que juntar. Deben haber sido mis sueños con meteoritos.
jueves, 6 de agosto de 2009
Publicado por Anónimo en 22:07
Etiquetas: a la hora del té
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario