El kiwi tiene el nombre científico de Actinidia chinensis, que hace referencia a su origen, China; concretamente a las riberas del río Amarillo (Huang He), donde crece en estado silvestre.
En Chile, en muy corto tiempo, se ha creado un interesante mercado, principalmente para la exportación y en menor grado para el consumo local.
Se trata de una planta trepadora y vigorosa, con grandes hojas con forma acorazonada, de color verde oscuro y de entre 12 y 20 centímetros de diámetro. Las flores aparecen desde finales de mayo y durante el mes de junio; son redondeadas, de color blanco crema y aparecen en racimos.
De las flores polinizadas se desarrollan los conocidos frutos con forma de huevo, recubiertos de pelusilla marrón.
Su pulpa, de sabor refrescante, ligeramente ácida, es verde esmeralda, con semillitas negras dispuestas en forma radiada. El centro del fruto, sin semillas, es blanco.
Los primeros kiwis de la temporada llegan al mercado entre los meses de octubre y noviembre. Al madurar durante el invierno, se mantiene en perfectas condiciones hasta mayo. Para disfrutar de todas las propiedades del kiwi es recomendable consumirlo en su punto justo de maduración, cuando su consistencia es ligeramente blanda al tacto. A la hora de la compra, elegiremos las piezas intactas y sin manchas, desechando las que estén muy blandas o dañadas.
En casa, puede conservarse en óptimo estado tanto a temperatura ambiente –aguanta hasta 15 días–, como en la nevera –un mes– e incluso en el congelador –hasta seis meses–. Un truco para que los kiwis maduren más rápidamente consiste en conservarlos en una bolsa de plástico junto con una manzana, ya que esta última desprende un gas (etileno) que acelera su proceso de maduración. De esta forma, en una semana estarán listos para ser consumidos en su punto.
Por ser esta fruta especialmente rica en luteína –un antioxidante– puede reducir notablemente el riesgo degeneración muscular asociado a la edad avanzada y constituir una buena protección ante los riesgos de accidentes cardiovasculares. Además no contienen grasa, sodio (sal), ni colesterol.
Composición de los kiwis por cada 100 gr. | |
Agua | 83, 05 gr. |
Energía | 65 Kcal |
Grasa | 0, 44 gr. |
Proteína | 0, 99 gr. |
Hidratos de carbono | 14, 8 gr. |
Fibra | 3,4 gr. |
Potasio | 332 mg |
Fósforo | 40 mg |
hierro | 0,4 mg |
Sodio | 5 mg |
Magnesio | 30 mg |
Calcio | 26 mg |
Vitamina C | 98 mg |
Vitamina E | 1100 mg |
Vitamina A | 175 UI |
Vitamina B1 (Tiamina) | 0, 020 mg. |
Vitamina B2 ( Riboflavina) | 0, 050 mg |
Niacina | 0, 5 mg |
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